- Hecha la vuelta, vea, acá trajimos las cabezas. Los cuerpos sí se los quedamos debiendo porque cuando llegamos… sí, se estaban apareando. No pero fue porque, además, después seguían moviéndose. ¡No, si eso fue un voltaje! Se ve que era gente potente para eso del amor porque era como si tuvieran que ejecutar todas las instrucciones pendientes. Nosotros porque nos vinimos, pero seguro todavía alcanzaron a darse algunos grandes momentos… Pero pues es que ya llevábamos ahí un rato con las cabezas de los pelos y eso nada que paraban…

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