ÁREAS DE CASTIGO

Dentro de cada municipio se demarcará un pequeño perímetro capitalista. Su función, además de ayudar a las transiciones económicas, será albergar a quienes incumplan con su trabajo para con la comunidá. 

En dicho espacio se abandonará, durante cierto tiempo, a cada quien a su suerte, teniéndoselas que ver nuevamente con los más selectos vicios del libre mercado: latifundio, desigualdad social, sueldos de hambre y guerra del centavo, contaminación publicitaria, explotación laboral, competencia desleal, robo y saqueo, subcontratación, especulación y reventa, monocultivo, explotación laboral, trata de gente, determinación de precios por parte de clientes externos, prestamismo inclememente, escasez (inducida) de recursos, etc. 

Para evitar salidas desesperadas y rápidas, el área estará exenta de materiales tóxicos, contundentes y cortopunzantes, confiscándose los que dentro de ella se fabricaren con los escasos recursos, multando a sus fabricantes. Se autorizará el uso libre de agresiones verbales y sicológicas entre penitentes. La violencia fìsica se ejercerá únicamente bajo monitoreo oficial, y sin más armas que las corporales. 

Los escasos recursos serán administrados por particulares, siendo válidos sus súbitos embargos por parte del oficialismo. Cuando la escasez amenace la supervivencia de alguien, le será inyectado el recurso vital que requiriere, en la dosis estrictamente necesaria.

Cualquier iniciativa solidaria o de asociación (bien sea para sobrellevar, evadir o autoeliminar) será reprimida salvajemente, persiguiéndose implacablemente el sindicalismo.